Para este dia habíamos elegido una ruta diseñada entre la imaginación, la consulta de mapas y una anterior experiencia en La Pedriza y que daba cerca de 30 km lo que significaba levantarse bastante temprano. Asi, sobre las 06:00, llegamos al parking de Cantocohino mas solos que la una. Rapido calce de botas, puesta a punto de mochilas y con la luz de los frontales iniciamos el camino.
El camino no ofrece dudas salvo algunos atajos que hacemos y aunque no esta señalado en los mapas básicamente se trata de enlazar con el PRM-16 que discurre por la cuerda de los Porrones. A medida que ganamos altura un mar de nubes cubre la base de algunas cimas de La Pedriza creando un entorno misterioso y atrayente a la vez.
Tras enlazar con el PRM-16 llegamos a Maliciosa Baja y de ahí al collado de las Vacas donde ya el dia nos deja ver que el tiempo no va a acompañar. Hasta ahora la mañana había sido fresca pero con el amanecer vemos que la niebla esta anclada en las cumbres y sentimos que el viento empieza a batir.
Este tramo de ascensión a la Maliciosa me gusta bastante, sin ser un porcentaje elevado es continuo y durante los 300 m de desnivel que se salvan no hay descanso. Algunos espectadores que nos acompañaban durante este tramo.
Y foto en La Maliciosa a eso de las 09:15, íbamos muy bien de tiempo para una ruta tan larga.
Pero quien demonios se deja una manta en la cima de una montaña? Esto esta cada vez peor.
La niebla no ofrecia muchas oportunidades de hacer las buenas fotos que ofrecen las vistas desde aquí asi que rápido bajamos al collado del Piornal donde aumentaba la intensidad del viento que con la temperatura que hacia incrementaba la sensación de frio.
En el pluviómetro paramos a repostar combustible, lo necesitaba especialmente yo que me sentía vacio, después de los habituales cacahuetes y monster volvi a sentirme con energía para continuar.
Desde este punto la ascensión a Guarramillas es muy suave, no creo que mas de un 10%-15%. Asi que rápido nos pusimos en la Bola donde arreciaba el viento y tuvimos que optar por las chaquetas.
Desde este punto había que enlazar con la Cuerda Larga rodeando los edificios de curiosa arquitectura. Continuamos por un camino bien señalado y fácil de seguir a pesar de la niebla que por momentos parecía levantar, parecía y con un viendo incomodo y helador.
La Cuerda es una sucesión de collados y cimas que en el sentido de la marcha tienen perfiles muy suaves. Tras Guarramillas, collado de las Guarramillas ...
... Valdemartin, collado de Valdemartin
... Cabeza de Hierro Menor a la que no llegamos a tocar en su cumbre, hacia mucho viento, la cima estaba encerrada en la niebla y a la ruta le quedaba mucho dia. Sin embargo si hicimos la foto de rigor en Cabeza de Hierro Mayor que con sus 2381 m era el techo del dia.
Tras el descenso de Cabezas los perfiles se atenúan aun mas aunque el viento y la niebla no permiten tener una percepción del espacio que nos rodea. El PR-11 que atraviesa la Cuerda Larga franquea el collado de Peña Vaqueros y el collado de las Zorras, ya próximo a Asomate de Hoyos donde teníamos que dejar Cuerda Larga para bajar a Peña Lindera y de ahí a La Pedriza. Consultando el GPS dimos con el punto exacto y con el PR-2 que queríamos seguir. Este tramo nos creaba bastante dudas puesto que no lo conocíamos, si era fácil de seguir, tipo de terreno, etc. El camino esta bien señalado con marcas blancas y amarillas como corresponde a un PR.
Aquí ya agradecimos que el viento nos dejara de incordiar y aprovechábamos algunos claros para admirar la belleza del entorno.
En las proximidades de Peña Lindera decidimos abandonar el PR, algunos mapas señalan un sendero que bordea esa peña y Matasanos, queríamos ver como era, si estaba con hitos, además solo eran unos 300 m hasta llegar al collado de Matasanos que ya conocíamos de la anterior salida. El camino no esta marcado, al menos no vimos hitos pero es intuitivo y mas lo seria sin niebla teniendo como referencia a Las Torres.
Teniendo que elegir alguna vez que si por aquí o por alla llegamos rápido al collado de Matasanos y de ahí al Miradero donde ya enganchamos de nuevo con el PR-2 y todo el sendero que atraviesa el bosque.
El otoño siempre da pie a bonitas fotos aunque esta vez no me salieron como me hubiera gustado.
Ya lo teníamos hecho, estábamos cansados pero contentos por cumplir con nuestros planes maxime teniendo en cuenta que el viento nos había castigado bastante anteriormente.
Y asi poco a poco, entre agradable charla, tras 30 km de recorrido montañero, tuvimos la muy agradable sensación de llegar al coche, quitarnos las botas y sentarnos camino de casa.
